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Museo Pueyrredon- Resolví intentarlo todo - Juan Martín de Pueyrredon - Patio central -Aljibe

Resolví intentarlo todo, escribió Pueyrredon en su informe al gobierno de Buenos Aires.

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Esta intervención del artista Guillermo Bruno en el Museo Pueyrredon rescata una gran historia protagonizada por quien fuera uno de los más ilustres propietarios de esta casona: Juan Martín de Pueyrredon.

 

Museo Pueyrredon-Patio central -Aljibe
Museo Pueyrredon-Patio central -Aljibe

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De Potosí a Buenos Aires

Cuentan en el Museo que allá por el año 1811 Pueyrredon se encontraba en el Alto Perú y, tras la derrota del ejército patriota en Huaqui, decidió viajar a Potosí a salvar los caudales de la Casa de la Moneda. En mitad de la noche y con apenas 100 hombres, cargó las mulas con las monedas de oro y plata de Potosí para emprender un largo viaje hacia el Sur atravesando los peligros de la Puna, las Yungas y los grupos españoles que presentaban batalla. Durante un mes este grupo recorrió 800 kilómetros hasta que llegó la ayuda de Martín de Güemes, logrando preservar el dinero que era necesario para las luchas de la independencia.

Potosí- Moll_-_Map_of_South_America_
Potosí- Moll_-_Map_of_South_America_

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Resolví intentarlo todo, escribió Pueyrredon en su informe al gobierno de Buenos Aires. Años después, Sarmiento diría que esa proeza había salvado la Revolución de Mayo.

 

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Informe de Pueyrredon a la Junta de las Provincias Unidas sobre la retirada de los caudales de Potosí:

 

Juan Martín de Pueyrredon

Los males eran de la última gravedad, y mi confianza no podia ser muy firme, cuando solo me veía sostenido por los granaderos de la Plata: pero los caudales en manos del enemigo aumentaban su poder y su influencia, cuando el nuestro en la importancia del obrar era preciso salvarlos, ó perecer en la empresa. Desde luego resolví mi salida para el dia 26, ocupando todo el 25 en comprar ó quitar del vecindario las mulas que me faltaban para el completo de las cargas; pero á cosa de las 7 y media de la noche de aquel día, vino con precipitación el capitán de granaderos de la Plata, á darme parte que toda su compañía se había desertado, dejando las armas tiradas en el cuartel. Este golpe habría sin duda trastornado mi firmeza, si el amor de mi patría no me hubiese sostenido.

Mi ruina era segura, si al amanecer del dia siguiente me encontraba el pueblo desarmado, faltándome los granaderos, que por su disciplina era la única fuerza que lo mantenía hasta allí en respeto, porque aunque tenia dos compañías de Cinti, acababan de llegar de su país. En consecuencia empezé á dar mis disposiciones para salir en aquella noche sin descubrir, sino á los de mi entera confianza, esta determinacion. Armé y cubrí con las armas y gorras de los granaderos desertados á los Cinteños, y les mandé estar prontos para caminar á las 2 de la mañana, sin que nadie desde la hora de segunda lista saliese del cuartel por pretexto alguno, y todo se ejecutó puntualmente por el singular zelo y eficacia de sus capitanes D. Juan Francisco Rivera y D. Pedro Romero, y puntual obediencia de sus demás oficiales subalternos.

Hice reunir algunos soldados del ejército que conservaba como escondidos, por el decidido empeño de la junta provisional en hacerlos salir de la villa, pasándome repetidos oficios al efecto;

y sin más fuerza que 45 hombres de armas, como se ve en las listas números 1o y 2o pasadas en la Laba, resolví intentarlo todo.

Es cierto que también tenía las dos compañías de Cinti, que componían el número de mas de 70 hombres, pero también lo es, que acabados de llegar de su país, apenas eran hombres, y de ningún modo soldados; y aunque su natural humilde y docilidad podía tenerse por un equivalente de la militar subordinación, no era posible sacar partido de ella por su total ignorancia del manejo de armas.

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Lee aquí el Informe completo de Pueyrredon a la Junta en Buenos Aires

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Dice Navarro y Lamarca,  en Historia General de América,

Pueyrredon- Potosí- Buenos Aires - reales acuñados -
Pueyrredon- Potosí- Buenos Aires – reales acuñados –

 

Siempre que las circunstancias lo habían exigido, Pueyrredon se había presentado al peligro con decisión. Sin blasonar de ser guerrero, había adquirido grados militares con una justicia que nadie podía negarle, sin que él reclamase jamás su competencia. Había figurado con honor y con notoria fama de arrojado en la primera tentativa que los ingleses hicieron para apoderarse de Buenos Aires. Después de la revolución de Mayo, había desempeñado una parte principal en las provincias limítrofes del Perú como Gobernador Intendente de Chuquisaca; y cuando el desgraciado encuentro de Huaquí obligó nuestras fuerzas a evacuar la línea del Desaguadero, Pueyrredon mostró un tino consumado para atravesar un país enteramente insurreccionado en contra nuestra; y con una serenidad ejemplar, salvó del contraste recursos importantísimos en dinero, materiales y tropa, privando al enemigo de todas esas ventajas que habrían sido precisas para él en aquellos momentos.

 

América 1782- UB_Maastricht_-_Campe_1782_vol_III
América 1782- UB_Maastricht_-_Campe_1782_vol_III

Museo Histórico Municipal Brigadier General Juan Martín de Pueyrredon.

IFB San Isidro Buenos Aires AR, Rivera Indarte 48, B1642, Argentina

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